Cuando alguien piensa en el cambio climático, probablemente viene a su mente sus efectos sobre el medio ambiente, y posiblemente sobre su salud física. Sin embargo, también tiene un impacto significativo en la salud mental.
Según un nuevo informe publicado por la Asociación Americana de Psicología y EcoAmerica titulado «Salud Mental y Nuestro Clima Cambiante: Impactos, Implicaciones y Orientación» (DESCARGAR ARTÍCULO)
El clima actual, inducido por el cambio climático y otros desastres naturales tienen los efectos más inmediatos sobre la salud mental en forma de trauma, de manera similar a lesiones personales, pérdida de un ser querido, daño o pérdida de bienes personales o incluso pérdida de sustento, según el informe. El terror, la ira, el shock y otras emociones negativas intensas que pueden dominar la respuesta inicial de las personas pueden eventualmente desaparecer, sólo para ser reemplazados por el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Como ejemplo de los impactos que los desastres naturales pueden tener, entre una muestra de personas que viven en zonas afectadas por el huracán Katrina en 2005, el suicidio y la ideación suicida se duplicaron, una de cada seis personas cumplió los criterios diagnósticos de TEPT y el 49 por ciento desarrolló ansiedad o trastornos del estado de ánimo, como la depresión, según el informe.
Los impactos del clima en la salud mental no están relegados solo a los desastres, también hay impactos significativos en la salud mental del cambio climático a largo plazo. Los cambios climáticos afectan a la agricultura, la infraestructura y la habitabilidad, lo que a su vez afecta a las ocupaciones, la calidad de vida y puede obligar a la gente a emigrar. Estos efectos pueden llevar a la pérdida de: la identidad personal y profesional, de estructuras de apoyo social, de un sentido de control, autonomía, así como otros impactos en la salud mental tales como sentimientos de impotencia, miedo y fatalismo. Los altos niveles de estrés y ansiedad también están relacionados con los efectos de la salud física, como un sistema inmunológico debilitado. La preocupación por los impactos reales o potenciales del cambio climático puede conducir al estrés que puede acumularse con el tiempo y eventualmente conducir a problemas relacionados con el estrés, como el abuso de sustancias, los trastornos de ansiedad y la depresión, según la investigación revisada en el estudio.
El cambio climático también tiene repercusiones en la salud mental a nivel comunitario. Tanto los cambios agudos como los de largo plazo han demostrado elevar la hostilidad y la agresión interpersonal e intergrupal, y contribuir a la pérdida de la identidad social y la cohesión. Algunas comunidades desfavorecidas, como las indígenas, los niños y aquellas que dependen del entorno natural pueden experimentar impactos desproporcionados en la salud mental.
La clave para combatir los potenciales efectos psicológicos negativos del cambio climático, según esta investigación, es la construcción de resiliencia. Esta última se refiere a la capacidad de los individuos para recuperarse ante la adversidad y seguir adelante. Otra recomendación es guiar a la gente a apoyar y mantener sus redes sociales.
«La capacidad personal de los individuos para soportar traumatismos aumenta cuando están conectados a sus redes fuera de línea y en línea», dijo el informe. «Los investigadores han encontrado que los niveles más altos de apoyo social durante y en
las secuelas de un desastre están asociados con menores tasas de angustia psicológica».
El informe también enfatizó que la adopción de políticas respetuosas con el medio ambiente y las opciones de estilo de vida pueden tener un efecto positivo en la salud mental. Por ejemplo, la elección de andar en bicicleta o caminar al trabajo se ha asociado con niveles de estrés disminuidos. Además, el aumento de la accesibilidad a los parques y otros espacios verdes podría beneficiar a la salud mental ya que se ha demostrado que el pasar más tiempo en la naturaleza reduce los niveles de estrés y reduce las enfermedades relacionadas con el mismo, independientemente del estatus socioeconómico, edad o sexo.