El camino hacia la igualdad entre hombres y mujeres en el lugar de trabajo todavía se queda en buenas intenciones, este es un trecho largo donde el progreso ocurre con demasiada lentitud.
Las políticas sobre salud en el trabajo y las prácticas de prevención todavía se basan en un modelo para el cual los trabajadores varones siguen siendo el único punto de referencia. Los sectores en los que la gran mayoría de los trabajadores son mujeres siguen siendo considerados por la opinión pública y los responsables políticos como relativamente poco afectados por los riesgos laborales.
Una variedad de participantes, principalmente del campo de la investigación de las ciencias sociales o con antecedentes sindicales, presentó los resultados de trabajos que refutan esa posición. La industria de la peluquería es un perfecto caso en este sentido. No obstante los estudios que confirman numerosos problemas de salud (trastornos musculo-esqueléticos, problemas de salud reproductiva, cánceres, alergias, trastornos de la piel, etc.), los riesgos específicos relacionados con esta profesión se consideran problemas menores.
Esta falta de interés por los riesgos específicos para la salud que enfrentan las mujeres en su lugar de trabajo también es evidente en el ámbito de la investigación científica. «La exposición de la mujer a sustancias peligrosas sigue siendo en gran parte inexplorada»,
El reconocimiento de las enfermedades profesionales, especialmente de los cánceres, es aún más complicado para las mujeres que para los hombres. Un estudio francés que incluyó a unos 1 300 pacientes con cáncer reveló que el 64% de las 234 mujeres enfermas estudiadas habían estado expuestas en el lugar de trabajo al menos a un carcinógeno. Sin embargo, sólo una pequeña minoría de ellos logró el reconocimiento de su cáncer como una enfermedad profesional.
Un equipo de la Universidad de Oporto ha demostrado que las mujeres en general son víctimas de un accidente de trabajo más tarde en su carrera que los hombres (el 42% de las mujeres que participaron en el estudio sufrió un accidente entre los 45 y 54 años). Un accidente en el lugar de trabajo tiene más probabilidades de resultar en un cese definitivo de la actividad ocupacional para las mujeres que para los hombres. Del mismo modo, en Francia, una encuesta del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica sobre la vida laboral de las personas afectadas por el cáncer ha encontrado que proporcionalmente más mujeres que hombres en esta área se encuentran sin empleo. El estudio también muestra que las mujeres, más que los hombres, sienten que son discriminadas en su progreso profesional debido a su enfermedad.